Lobos, Argentina 10/07/2014.-En este artículo hablaremos de la estrategia empresarial. Cuando hablamos de estrategia nos referimos a las decisiones que se acogen como organización para mejorar el rendimiento de un negocio tanto para buscar mayores beneficios económicos como para mejorar el funcionamiento interno de las personas que integran una organización.
Lo principal a tener en cuenta cuando nos referimos a la estrategia que una organización adopta para desarrollar, es que debe poner la mirada en el futuro, en las expectativas que tiene sobre lo que espera alcanzar en cuanto a los objetivos que se propone en el largo plazo. Así pues la estrategia se presenta como un proceso que alienta cambios significativos para que una organización pueda obtener resultados excepcionales. Aparece la estrategia como una combinación de dos disciplinas que nos pueden parecer antagónicas en un primer momento, pero que, unidas de buena manera, puede generar los mejores resultados.
Decimos que es la combinación de arte y ciencia. Es un arte porque requiere del pensamiento creativo, de la capacidad de encontrar posibles resultados futuros y de fuertes habilidades de comunicación, para inspirar y comprometer a aquellos que llevarán a cabo la estrategia. Es una ciencia porque requiere que los ejecutivos reúnan y examinen información que luego pueden transformar en acciones concretas. Es importante en tanto que origina cambios reveladores en la manera en que la empresa lleva a cabo sus negocios, diferenciándose así de sus competidores.
De esta forma la estrategia resulta la guía para la evolución continua de la empresa, marcando el camino al proveer la información y la dirección a los ejecutivos, definiendo así el trabajo para ayudar a su organización a mantenerse competitiva. Para poder desarrollar un plan estratégico debemos tener en cuenta dos procesos fundamentales: la planificación y la implementación. En estos procesos los dos actores fundamentales son la alta dirección y las unidades. Las unidades son importantes porque son las que tienen un conocimiento exhaustivo de la organización, de manera que pueden informar sobre lo que una empresa debe hacer y hacia donde debe dirigirse. En ella se generan los centros de implementación de cualquier organización, ya que las organizaciones que no las incluyen en el proceso de planificación estratégica, suelen obtener resultados inferiores a las que sí lo hacen.
Por ejemplo, una empresa que se dedica a vender abalorios al por mayor desde una plataforma virtual puede tener como misión darse a conocer como la número uno en el servicio de entrega de sus productos, con un objetivo estratégico de lograr entregar los productos en el menor tiempo posible desde que el cliente realiza la compra hasta que lo recibe en su casa. La alta dirección puede delegar este objetivo estratégico al área de Servicio al Cliente y también declarar que “el servicio” es un asunto de máxima prioridad para toda la empresa. Durante el proceso de planificación estratégica, el departamento de marketing podría entonces llegar a definir como cuestión prioritaria de la unidad la venta de determinado producto como pueden ser las pulseras bonitas, mientras que Ventas se concentra en la retención de clientes como una prioridad de la unidad. Los planes de acción de estas diferentes iniciativas pueden tener un objetivo común lograr que la empresa se instale como la mejor plataforma on line para comprar productos relacionados con la bisutería y la decoración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario